Abre de negro, y el humo lo inunda
todo.
No puedo ver donde estoy, pero trato de
avanzar, tropezándome continuamente con el suelo desigual y abrupto.
Un zumbido retumba en mi cabeza, y apenas puedo distinguir lo que
oigo mas allá del zumbido. Un estruendo, creo que hay gritos, pero
ni siquiera estoy seguro de que sean voces.
Me tropiezo de nuevo, y freno, incapaz
de recordar porque estaba tratando de moverme. Estoy cansado. Siento
picores por los brazos y piernas y trato de rascarme. Al hacerlo me
doy cuenta de que algo recubre mi mano derecha. Trato de centrar la
vista, de concentrarme, y me miro la mano, una venda ensangrentada
cubriendo donde solían estar mi indice y pulgar. Hay rastros de
sangre seca, pero realmente no siento dolor. ¿Cuando ha pasado esto?
Al ir a tocar la venda, me doy cuenta de que tengo un arma en la otra
mano, y que la piel de mis brazos esta al rojo vivo.
Trato de mirar alrededor, y veo que el
humo esta comenzando a disiparse. Frente a mi veo la torre del
Miguelete. Recuerdo haber amanecido un día en aquella plaza, tumbado
en un banco junto a alguien, y preveer que el alumbrado de la plaza
se iba a apagar al ver los focos que iluminaban la torre apagarse
unos segundos antes.
Ya no hay focos, y la torre esta
desmoronándose poco a poco, como si se tratara de una falla que se
resiste a arder, que aguanta mientras el publico ovaciona. Pero aquí
no hay ovaciones. Veo como la gran campana cae, rebotando contra los
muros que hay mas abajo. Creo oír el repicar del cimbel al caer,
pero posiblemente sean imaginaciones mías. El zumbido persiste, y
los ruidos siguen sin ser nítidos.
Abre plano, y una imagen vale mas que
mil palabras, como se suele decir. El humo se disipa, y ya no tengo
dudas sobre que son los ruidos que hay más allá del zumbido. Veo a
gente tendida por el suelo, ensangrentada, algunos gritando de dolor,
aunque no logre oírlos, otros con los ojos glaucos, muertos en el
suelo. El suelo no era abrupto, sino que había estado avanzando
sobre los cuerpos de aquellos que no habían tenido tanta suerte como
yo.
Siento nauseas, pero creo que no es por
el terrible espectáculo. No es por mi sentido del olfato, que
comienza a recuperarse de manera violenta, obligándome a reconocer
el olor a carne quemada. No es por la sangre, y la muerte que me
rodea. Es algo dentro, algo que no había notado antes. O quizás si,
pero no en este orden. Todo comienza a ser muy confuso.
Alguien se acerca hacia mi. Una figura
corpulenta, que se recorta contra el humo, por encima mio. Lleva el
rostro oculto tras un cristal, y puedo notar su indecisión. Sus
pasos no firmes, y sujeta el arma en sus manos falto de convicción.
Pero entonces todo cambia, y noto en su lenguaje corporal que ya no
ve a un herido, victima de lo ocurrido. Ve a alguien con un arma,
justo frente a el. Veo que levanta el arma, y el zumbido y las
nauseas comienzan a incrementarse, y la imagen se vuelve difusa.
Efecto de distorsión, fundido a negro
y siguiente escena.
Ext. Noche. Plaza del Ayuntamiento.
¿Es esto un flashback? No estoy seguro
de si es el principio, o el final. La gente me empuja hacia delante,
y miro alrededor, buscando una manera de salir, de detenerme y evitar
que me lleve la marea humana. Pasamos por delante de un viejo kiosko,
y aprovecho la división que crea para guarecerme en el por un
momento, logrando atravesar el trecho que hay entre el kiosko y la
pared, y la salida a la calle perpendicular. Corro huyendo de la
multitud, tratando de evitar verme involucrado. Me detengo a
respirar. La manifestación continua, dirigiéndose a la Estación
del Norte, a la puerta del Luis Vives.
Yo necesito parar un momento. Me apoyo
en las rodillas, y pestañeo. Diez dedos.
O sea, que es un flashback. Mis
recuerdos están desordenados, pero noto que hay algo ahí. ¿Cual es
el tiempo narrativo? ¿Cuando comienza todo?
Recuerdo la explosión. O al menos
parte. Y luego, un borrón, un montón de escenas eliminadas. ¿Donde
estoy en la historia?
Un grito me llama la atención. A mis
espaldas la turba de gente enfurecida sigue avanzando. ¿Fue así
como ocurrió? No recuerdo haber salido. Pero el grito no viene de la
gente, sino de mas adelante. Una chica, peleándose con un par de
tíos en un portal. No hay nadie por aquí, todo el mundo esta en la
plaza. Y es una calle pequeña. Escondida. Están intentando meterla
en el portal, tapándole la boca, amenazándola con unas tijeras de
podar.
No es así como ocurrió. No la primera
vez. Pero puede que si la segunda. O la tercera. Esta tarde la
recordaba. Este momento. Aquí yo debía estar en primera fila.
Frente a la policía.
Pero ahora estoy aquí, y estoy avanzando hacia el portal, corriendo para llegar antes de que se cierre la puerta, y antes de que se adentren en la oscuridad del rellano. Flexiono los dedos, y me pregunto si es ahora. Me pregunto si puedo cambiarlo.
Me pregunto cual sera la siguiente
escena. O si en realidad sera la anterior.
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