Esos cadáveres virtuales


Hoy me he dado cuenta de una cosa en la que mi mente había parado alguna vez, pero nunca se había detenido especialmente. Y es la cantidad de restos mortales que vamos dejando por el camino una vez entramos en el juego de tratar de crear y comunicar mediante Internet  La cantidad de intentos de crear webs y otros medios de expresión que de manera inevitable van cayendo por el camino.

Varias han sido las razones por las que me he puesto a pensar en todo esto. La primera ha sido al visitar la web de las Jornadas sobre asociacionismo en las que participe hace un par de semanas. De cara a informar a publico y como centro de promoción de las mismas, se creo un blog mediante wordpress que durante las semanas antes de las jornadas se uso como portal, y tuvo bastante movimiento. Sin embargo, una vez pasado el evento, los posts se han detenido paulatinamente, si no del todo. Y posiblemente ahí se quede, como testimonio de lo ocurrido, quizás recibiendo un par mas de actualizaciones en el futuro, pero languideciendo y finalmente... no muriendo, porque no esta muerto lo que yace eternamente... ya me entendéis...

También ha ido rondándome el tema cuando hoy, después de meses de no tener tiempo ni ganas de ponerme a ello, he dado carpetazo a los miles, y digo miles, de titulares pendientes de leer en mi cuenta de Google Reader. Seria facil decir que la culpa de tal acumulación es el no tener Internet en casa, pero la cosa ya se había descontrolado un tiempo antes de que me diera de baja del proveedor. Reader es tremendamente útil .. y tentador... y al final te suscribes a mas paginas de las que es humanamente posible leer, y la información te acaba saturando. Pero lo curioso de todo esto es que tras ponerte a hacer limpieza en un servicio online así, tras meses y meses de abandono, te das cuenta de donde ha crecido la hierba de manera descontrolada... y donde solo quedan las sombras de lo que fue. Porque mas de la mitad de las paginas a las que estaba suscrito no habían sido actualizadas en mas de un año. Son restos de cadáveres que no se descomponen, que se mantienen flotando en ese formol virtual que es Internet la mitad del tiempo. Un blog de una buena amiga en el que no escribe desde hace ya 4 años... Unas paginas de freekies roleros que han desaparecido del mapa... Y como esos, decenas de casos, de mayor o menor calibre.

Yo mismo tengo montones de cadáveres así, por todas partes. Mi primer intento de pagina de rol, escrita en HTML a mano sin ayuda de programas, y con mis primeros pinitos de diseño, era una pagina dedicada en exclusiva al Mundo de Tinieblas, con intención de servir como recopilatorio de todas las cosas interesantes que encontrara por la red, o desarrolladas por mi y otros aficionados a los juegos mediante la lista de correo en la que participábamos activamente. Era algo muy sencillo, alojado en Geocities, la capital de los "blogueros" por aquella época, y que si no fuera porque Geocities mordió el polvo y con ella se vinieron abajo todos las webs que alojaba, posiblemente aun estaría por ahí... Demonios, puede que incluso aun haya alguna copia perdida en algún servicio de archivo de Internet o en el cache de google o algo por el estilo. Y no me preguntéis porque lo abandone a su suerte, pues no sabría decíroslo. Deje de jugar, deje de tener acceso a Internet, quien sabe. Era cuando los ordenadores hacían ruidos estridentes cada vez que llamaban al proveedor para conectarse, cuando las copias de seguridad de los materiales se hacían en diskettes de 3 1/2 (no de de 5 1/4, eh... pero casi casi)

Pero seguí creando nuevos lugares para expresarme y durante un tiempo los mantenía, y los mimaba, y me servían como válvula de escape. Puede que hubiera algo entre medias, pero lo siguiente fue A Tumba Abierta, mi blog personal, aprovechando la plataforma de Livejournal. Y durante muchos años lo seguí manteniendo con vida, con mas o menos regularidad. Pero ahí estaba, una constante. Y mientras, otros múltiples servicios que fueron apareciendo, como Flickr, que me duro lo que me duro la primera estancia en Londres, pero que aun puedes encontrar online. Y luego Blogger, y algún que otro nuevo blog solo de juegos, o para coordinar partidas... Y las múltiples encarnaciones de la web de RolenQuart hasta que nos asentamos en la plataforma de Blogger... Y finalmente la creación de Los Otros Planes, este blog, que tengo medio abandonado, pero que pretendo que sea una constante, un lugar al que volver. No un cadáver, pero si una especie de paciente en coma inducido, que de vez en cuando da señales de vida.

Y todo esto no es por justificar que tarde en escribir, sino por reflexionar sobre todos esos cadáveres, esos restos que vamos dejado por el camino, son nuestras huellas, son nuestras mudas de piel que han ido cambiando y rasgándose. Son esos fósiles que dentro de unos años alguien desenterrara y usara para comprendernos.

Es algo que llevo tiempo pensando. No recuerdo de quien es la culpa, posiblemente de Doctorow, el autor de Little Brother, que ya hablo en un articulo en su blog sobre como estaba preparándose para que cuando muriera toda la información que había generado a lo largo de su vida, todo lo que había escrito, no se perdiera y llegara a las manos adecuadas. Una de las cosas de las que hablaba era el que se habían creado empresas que se encargaban de custodiar tus claves hasta el día que murieras, dándoselas luego a aquellos que tu designaras como herederos. Ya no hablamos solo de heredar bienes materiales o dinero, sino de heredar información, conocimientos y una copia etérea de lo que hemos sido a través de lo que hemos escrito y creado, de los rastros de cadáveres virtuales que hemos ido dejando por el camino.

Y todo esto es tremendamente interesante. Revisando todo lo que he escrito y compartido, las fotos que subía a Flickr, las entradas en mis blogs sobre mis aficiones e inquietudes, sobre mis idas y venidas, leyendo esos borradores de correos que nunca envié, o los textos no publicados que guardo, alguien que no me conociera de nada posiblemente llegaría a entender en parte como fui, lo que me gustaba, lo que me volvía loco, lo que me enamoraba.

Es curioso como dejar esos cadáveres por ahí tirados, flotando en la nada, puede ayudar a que sigamos vivos una vez nos unamos a ellos...

0 comentarios:

Publicar un comentario